LA TRAICIÓN

La conocí en un puente
en medio de una manifestación…
me sonrió y agitó una banderita
y allí nomás tranzamos una cita
que me hizo saltar el corazón.

Nuestro romance duró como dos meses
y desde el puente mirábamos los peces
con manos húmedas de adrenalina
porque yo imaginaba que esa mina
era mi premio del amor, con creces…

Pero una tarde, su teléfono ligado
me permitió participar de su chamuyo…
ella no era una rosa, solo un yuyo
que mi confianza había destrozado
y mi hombría había apuñalado.

Del primer golpe, perdió aquellas dos muelas
y en el segundo se fueron los tres dientes…
Me interrogó el oficial interviniente
Y confesé, debajo de aquel puente…
“Ella decía ser maestra jardinera,
y por el fono me enteré, impotente…
¡ que laburaba allá, en la papelera !”