lunes, 9 de febrero de 2009

VISITANDO A MI AMIGO JUAN ORIENTAL (5A. Y ULTIMA PARTE)



Y anduvimos el sendero
tranco a tranco sin apuro
como este mundo tan duro
a los golpes, vuelta y vuelta.
Hablamos de la familia,
de los amigos, del mate,
de las tristezas, las farras,
de mujeres, de guitarras,
de calandrias y de horneros...
y de bretes tan fuleros,
que nos dejan como mandrias...

Del trabajo, el palomo Rudy
conquistador de palomas...
después se vino un silencio,
entre llanos y unas lomas
y decidimos un alto...
pa' tomar unos matienzos.
Mientras los pingos verdeaban
y canturreaba un jilguero
nuestras dos bocas cerradas
evocaban entreveros...
pa' comentar con amigos...
y de esos con cicatrices
que no dejan de sangrar,
no se pueden olvidar
y al macho lo descascaran...
con el silencio se tragan,
que es el modo de aguantar...

Cuando quisimo acordar
ya estábamos en las casas
y la familia criollaza
nos daba la bienvenida,
con asado a la medida
allá en lo del oriental...
Pasamos dos días juntos
chamuyando de pavadas...
lo importante, las miradas
ya lo comentaban todo...
Son códigos del ayer
con entrecejo fruncido
y sonrisa compungido
ya está lo que hay que saber...

Y dispués la despedida...
de amigos que están a un paso
porque de un tijeretazo tu vida
te hará aprender a aceptar
y no querer cuando
ya no hay más rimedio...
yo creo de medio a medio
que Juan es como mi hermano,
pero mis tripas me dicen
que hablaremos cada tanto...
lástima que estoy bichoco
y no sé qué tanto aguanto.

En el coche de un amigo
me llevó hasta el aeropuerto
porque yo quise volar...
para casa de regreso,
y fingíamos reirnos
en la mesa de aquel bar,
y yo lo estudiaba a Juan
que miraba de reojo...
hasta que nos despedimos
con los puños apretados
y mudos nos separamos
como dos criollos sotretas...

Yo pegué el último envión
levantando mi valija
y lo divisé al Botija
saliendo por la otra puerta...
Mi Buenos Aires querido,
cuando yo te vuelva a ver...
¡era la voz de Gardel!
Y acomodé mi respaldo
disimulando mi llanto
como un criollo de ley!

VISITANDO A MI AMIGO JUAN ORIENTAL (4A. PARTE)


Y en la Gate cuatro estaba
el Oriental muy tristón
con un alazán sobón
y un zaino pa' mí traído
y en cuantito que nos vimo
nos pegamo un abrazón
que en medio e la cerrazón
balbuciando unas pavadas
con las vistas bien nubladas
rompimos en yanto macho...
y el charrúa me dio un pañuelo
y yo me le subí al zaino,
y él saltó en el alazán
alcanzándome un amargo...
que me vino como encargo
pa' zafar del entrevero.

Y me dijo "como estás"
porteño viejo, querido,
y le contesté..."jodido"
con langustia e la nostalgia...
y usté tan lejos...¡carajo!
me dejó en el barrio gris
donde no queda maíz
ni se oye silbar "El Choclo",
ni se venden más pochoclos ...
en las tardes domingueras,
y solo junta "Oro Bajo"
la Caja di algún burdel...
ya no se oye ni Gardel,
al compás de un Organito...

Yo me ritrasé un poquito
por entreveros Latinos...
risulta que la Pulpera,
hizo una cosa e locos
y por causa 'e los amigos...
hizo cagar sus ahorros!

Y parece que un muchacho
faltaba mucho al conchabo
y escribía sus tristezas...
de cuando era "putamaro"...

Pero hay otra alma en pena,
morocha, de Avellaneda,
que escribe como los dioses,
pero tiene otro laburo...
y el día se hace muy duro
sin naide que sobe el tiento...
y soplaron otros vientos...
¡Y han cambiáu los patrones..!
y asigún dicen los criollos
vaca que cambea querencia...
se atrasa en las pariciones..!

Y esta es la historia el Latino
si no me informaron mal
y por eso al Uruguay
ansina vino este amigo...
y espero un güen animal
usté mi aya preparado,
pa' demostrarme, ché hermano,
que vamos a galopiar..!

Y Juan, tocándome el hombro´
me dijo: vá a ver qué zaino
le he trído del potrero...
caronas y otros aperos,
animal aguantador,
arisco, galopiador,
manso asigún quien lo monta...
y demientras vamo al rancho
que el asau tá calientito
y la gente y el vinito
ya nos están esperando...
y lanzando un grito aindiado
galopiamo pal sendero...!

VISITANDO A MI AMIGO JUAN ORIENTAL (3A. PARTE)


Y siguió la travesía
agarrado de la borda
mientras miraba una gorda
con un grano en los garrones...
que parecían galpones
pa noviyos maricones,
y los tenía manchados
y enyenaus de moretones.

Al yegar tenía que dir
a un lugar yamau Durazno,
que creo es Departamento...
donde a Clota, la mayor,
la tiraron en un pozo...
y un maula negro y ladino,
muy chupáu, yeno de vino,
le hizo saltar el carozo..!

Y en ese mesmo lugar
casualidá de castigo,
es donde debo encontrar
dispué de tanto penar,
dejuro, a mi gran amigo..!

Y al fin yegamo a los pagos
de Juan, al amanecer,
tenía pinta de yover
mas risultó un día ermoso...
y un marinero furioso
me gritó frente a mis óidos:

"Te quiero ver en la Aduana,
argentino, aura es la mía...
no te salva ni tu tía,
al pasar por el Escáner..!
A ver qué hacés con los fierros
el pial y el facón grandote,
¡ arreglalo de un casote,
porque esto no es Güeno Jaires!

Acá testán esperando
dos milicos que, tan grandes,
no pasan por esa puerta...
y vos dale, que al momento,
te ruempen los documentos
pa pudrirte en una celda..!

Y parecía argentino...
el Escáner tan famoso,
que no me detetó nada(¿?)
y eso sí que jué jocoso...
y el policía jurioso
simulando una sonrisa,
dijo: puede irse, Señor,
no yeva nada proivido,
pa' mí es un onor, mi amigo,
recebir a gente bien,
baya...y que pase bien...
en esta tierra Uruguaya...

y quédese, no se vaya,
que cuando chupe unos mates,
se quedará con su amigo,
porque ayá lo está esperando...
en la Gate Number cuatro,
con un termo en el sobaco..!!!

VISITANDO A MI AMIGO JUAN ORIENTAL (2A. PARTE)


Y a bordo del Buquebús
se armó una trifulca papa
que ni el retrato del Tata
se salvó del entrevero...
cuando un marino matrero
gritó ¡queda detenido!... ...
pero yo, juerte y jornido, l
o riventé con la guacha
pa' que tenga, así se empacha...
maricón, marinerito...
¡que te tiren el cuerito,
como me hacía la Chacha!

Apareció el capitán,
entre aplausos de la gente
y amenazó detenerme...
y lo pialé al compadrito
y le mostré el caronero:
¡Tenga mano, compañero!
me gritó di un de repente
revolviéndose impotente
enroscado entre los tientos...
y le dije en tono lento
¡ sosiegue, y saque la gente..!

Al punto, se me hizo caso,
y saboreando un buen faso,
limpié la guacha en su pilcha...
dispué guardé el caronero
arreglándome la vincha,
y gargajeando a lo reo
le dije: dejalo así...
que ya se acabó este enrriedo!!

Eché pa' atrás el sombrero
y me juí para el estaño
mostrando la indiferencia...
mientras los que me rodiaban...
serios, me hacían reverencias..!


El barmán me dijo: ¡ordene!
y yo le pedí giniebra...
bien grosa, sabrosa y juerte,
si quiere evitar su muerte,
el fin de su vida perra...
y si lo que quiere es guerra...
"botijita: aquí me tiene"..!

VISITANDO A MI AMIGO JUAN ORIENTAL (1A. PARTE)


Me saqué las pilchas crioyas
y me subí al Buquebús .
..si se veía al trasluz
que me había disfrazáu,
con un traje d'emprestáu
y con pinta de turista...
y que se ñuble mi vista
si yo les estoy mintiendo..!

Como les iba diciendo
lo estraño mucho a mi amigo...
él era como mi ombligo
en mi vida miserable..
mi aparcero...mi compadre,
comuel ritratue mi madre ,
color sepia, bien oscuro.

Entonces tomé mi bolso,
y guardé bien mi facón,
el cinco tiros, mi flor,
mi caronero, una manta,
y la foto de la Santa
bien guardada en un rincón...

Y también guardé el Pial pampa
de tiento muy bien sobado
trenzado, bien engrasado
con aquel mate de guampa
pa' chupar unos amargos,
que venían como encargo
trabajando con mi Tata...

El Buquebús ya repleto
que no cabía más gente...
Yo miraba indiferente
limpiándome la alpargata,
un cielo de fogarata
coloráu para el poniente

Y los puebleros del barco
me observaban, sonreían...
yo no sé porqué lo hacían,
y algunos me señalaban...
la corbata tan pintona
con la cara ‘e Santos Vega,
y de fondo aquel jagüel
con el ritratue Gardel...
del que nadie me separa...
¡Ríanse nomás, les grité!
Caralisas maricones,
A ver si tienen cojones,
(sacando mi caronero),
y salgan nomás al ruedo,