COSAS DE ANTES

El batón acusaba lamparones…
cicatrices laborales de cocina
que sufrían, aquí, todas las minas
mimando con el morfi, a los “varones”.

Crecimos entre enjambres de perfumes:
damas de noche, rosales y glicinas…
ó los guisos de la Vieja, “sus” comidas
y entonces…no pudimos ser “inmunes”.

Al mediodía volvíamos del “Cole”
con los bolsillos llenos de “bolitas”
en el patio, ese olor a “papas fritas”
y en la boca, recónditos sabores.

Había que lavarse bien las manos
con los dedos “enchastrados” por la tinta
y sentarse peinados, mucha “pinta”
para comer y charlar con los hermanos.

Puedo escribir muchos versos de mi vida
que son tan simple retrato de mi gente…
y al poderlo escribir, omnipotente,
me siento yo un bacán, aunque se rían.

Las amarillas hojas ya se caen
en este frío Agosto, y redivivas
volverán, como oscuras golondrinas
a renovar los recuerdos ancestrales.