Con todo cariño a mi amigo
Se llamaba Juan Carlos, “Riverito”
con su flequillo y su aire juguetón,
cara pecosa, de rostro muy bonito…
tan divertido, del Cole era el patrón
Sonriendo, siempre con la mano en alto
de las maestras era, el seductor…
y se sentaba conmigo, en aquél banco,
e inseparables andábamos los dos
Y todo siguió así hasta el cuarto grado
en que un día, fatal, todo cambió…
cuando dentro del piano, y en un acto
Riverito, dos cohetes arrojó!
Para qué relatar lo que siguiera…
impensables locuras cometió
hasta que al Cole, nunca más volviera…
¡ se hizo “chorro”!…y me lo contó
El asunto lo charlamos muchas veces,
hasta que supe lo que le pasó…
cuando entraba a su casa, como siempre…
la madre y otro tipo-…y se rayó!
Cuando recién cumplía los catorce
al fiambrero de Cuenca, lo afanó…
pero no pudo esquivar la “taquería”
y…en la esquina de Gaona…se enfrió
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