lunes, 20 de agosto de 2007

EL RECUERDO DE MI MADRE


Sabes, tu vientre fue el mejor albergue
transitorio y sagrado de mi vida
por eso, al acercarse mi partida
volveré a casa, contento, para verte.

De chiquilín, no medía bien las cosas
y el barullo confundía más mi mente
la juventud me hacía omnipotente
y olvidaba el perfume de tus rosas.

Siempre callada, veías los progresos
con aumento de madre, con tus ojos
sin percibir al mismo tiempo los despojos
de mi alma, desflecada sin tus besos.

Me casé, fui feliz, formé familia
con la mejor mujer, y los mejores hijos
y cuando nos dejaste, “fue el destino”
tu muerte, que fue parte de tu vida.

Luego la profesión, vorágine, avatares
miserables, de cambios en la mente
y tu memoria quedaba tan silente…
a la sombra de otras penas y pesares.

Pero se va blanqueando la cabeza
y los nietos preguntan por mi madre
entonces te abres paso, con mi padre
ocupando otra vez toda la escena.

Y vuelvo a verte, en el patio con malvones
con tu sonrisa, cebándome unos mates
y puedo escribirte esto, viejo y Vate
borroneando con besos…los renglones.

No hay comentarios: