miércoles, 22 de agosto de 2007

Y ME DEJÓ SOLO


A mi hermano Francisco Nery


El Mocho se esgunfió, piró de raje
y me amuró, de repente, con mi vida
después de cincuenta años, sacó de Ida
y lo dejó “pagando”, al malevaje…

Se cansó de aburrirse, pobre Hermano
y esquivó su resuello y la afonía
acomodando las canas que lucía
y saludando a la barra con la mano.

Quedamos en juntarnos otro día
en algún otro suburbio callejero
sin fecha ni hora, ni en tiempo verdadero
y la reunión será… en alguna esquina.

Si pasa el tiempo, y “porsia” no lo encuentro
me iré “de una” a consultarlo al Nazareno
porque seguro me indicará el potrero
donde hacer la catarsis bien de adentro…

Esperame, Pochito, que te sigo
por esa nebulosa de los sueños
de la que tantas veces fuimos dueños
y más que hermanos, fuimos grandes amigos…

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