EL DESTINO DE UN HINCHA

El epigastrio le dolía un poco
y la Sabiola también le molestaba…
“ese cronista debe estar muy loco”
¡Ya se le va a acabar, lo que se daba!

Mientras mordía de nuevo una aspirina
él se cuidaba el “bobo” y no morfaba…
bajo la lengua se puso otra pastilla
que el “tordo” de la esquina recetara…

Tiró aquel diario, encendió la “Tele”
para ver bien “la previa” del partido…
y disfrutaba con Carlitos Tévez
y aquel “compacto” con su gran estilo…

Repasó de esa Fecha los detalles
y los “aprontes” de todos los equipos,
mientras tomaba pausado, algunos mates…
y se medía la presión, cada ratito

“La alta sigue baja”, yo me cuido…
y tomó las grageas de este tordo,
que es un “gomía”, es hincha, y mi vecino…
y me “bate” qué malo es estar gordo!

Y el Galeno vino a hacerle compañía
porque como él, también era “bostero”…
gritaron y putearon, de alegría…
porque “boquita” ganaba dos a cero!

El tordo fue hasta el baño presuroso
tocando con las manos todo el Cielo…
y al volver, lo encontró quieto, silencioso…
con las pastillas, todavía…entre sus dedos…