lunes, 20 de agosto de 2007

EL LLANTO DE UN HOMBRE FELIZ


Soy un hombre feliz, que a veces llora
por ajenas conductas aberrantes…
que descubren mis ojos, vigilantes,
contra pueblos que sólo Paz, imploran

Vientos del Norte, que solo traen guerra
contra inocentes que exhiben sus despojos
y piden ya vencidos, y de hinojos
que los cubra de una buena vez, la tierra

Los mandatarios recitan Democracia
entre alcohólicos vapores de demencia
sordos y ciegos, negando la Clemencia
para ejercer Negra Tanatocracia

Pero atención, que la Justicia es lenta…
y cuando llegue, les será implacable
igual que su conducta deleznable
pues será Dios, quien calme la tormenta

Por eso soy feliz, a veces lloro
porque mi gran tesoro es Razonar
y sé que este milagro hay que esperar…
aunque parezca utopía, lo que imploro!

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