DESDE LA VENTANA

Las hojas amarillas de las plantas
alfombran totalmente las veredas
del barrio gris, y parece que lo encantan
con oquedades que mi mente alteran

Donde se ha ido mi mundo tan ruidoso
de vecinos charlando en las esquinas,
y aquellos niños jugando, bulliciosos,
y las amas de casa, en las cocinas

No se ve el Policía en su parada
ni aquel anciano, vendiendo golosinas…
ó aquel otro, gritando su llamada
ofreciendo variadas mercancías

Solo se ven personas preocupadas,
rápido el paso, miradas tan perdidas…
y chiquilines golpeando las portadas
pidiendo, u ofreciendo baratijas

Mi ventana es la misma, cambió el tiempo…
en que se oían cantares, melodías,
que eran como un tásito sustento
que la Gente, quizás no percibía…

Pero ¡albricias! un pobre alcoholizado,
pasa cantando, con rotosas ropas…
ignorando tristezas, sintiendo realizados…
todos sus sueños, y unas pocas copas!

El viento gime, invernal, su canto
que a mis oídos, suavemente, amolda…
transformándolo todo, con su manto
cual los amores de Tristán e Isolda…

Mágico viento, misterios de tu origen,
que todo lo transformas, de la nada…
cambiando la tristeza en melodías…
Wagneriando tu brisa en mi ventana