Hace sesenta años…liberaron Auschwitz…
hace sesenta años, yo tenía trece!
Y él sabía de “eso”: hablaban en Yiddish…
o hacían con miedo, por más que nos pese
Y fuimos AMIGOS, desde el primer guiño
la primer sonrisa, nuestro primer “yeite”…
nuestro primer “feca” que sirvió su vieja
que abrió bien la puerta…para mi deleite…
El era un Artista, pintaba, escribía,
iba a Bellas Artes, también componía
y yo lo admiraba…con idolatría…
y mi oído supo, lo que era Armonía
Yo en el Secundario supe, con placer
que hacía instrumentos con sus propias manos…
Charangos, guitarras, Quenas por doquier
Mi querido Amigo: el joven Luthier
Fuimos entusiastas de nuestro Folklore,
del Jazz, de los tangos, Boleros también…
todo el santo día, yo en mis Hospitales…
y él como Artesano…siempre en su Taller
A mis cuarenta años, me enseñó guitarra…
me aguantó de alumno, qué podía hacer…
pero disfrutamos en miles de farras…
con nuestras familias, en el mismo tren…
Hace sesenta años que somos amigos…
somos más que hermanos, hasta que el ayer…
nos puso en aprietos: hasta La Hoja en Blanco…
donde mis amigos…casi lo consiguen…y lo hacen volver…
Arnoldo, mi Amigo, decidió alejarse…
hoy mi Hoja en Blanco, en Blanco otra vez…
pero en esta Timba hay que volver a Armarse…
y sólo un Poeta…¡sabrá cómo hacer!
NOTA: hace muchos años, le dediqué a ARNOLDO lo que sigue:
Qué tienen estos sonidos
Que me cambian el talante?
Son el tono y dominante
Que entre las cuerdas metidos
Van brotando, como amigos
En acordes disonantes…
Arnoldo, mi juventud,
Me refleja con tristeza
Cuando de una caña tiesa
Arranca pena y quietud,
Y armoniza en plenitud
Recuerdos de cosas viejas.
JULIO CÉSAR- 1.976-
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